Mi hermanita ... se marchó sin decir adiós, tal y como hace aquel que impaciente se apresura a partir hacia ese lugar al que tanto anhela llegar.

Pero sé que fué ajeno a ella, y también sé que del mismo modo que compartió todo este tiempo con nosotros, nos espera ahora en ese lugar para hacer lo que muchas veces habíamos hablado ella y yo: Adorar a ese nuestro Creador ante el que hoy ya está en su presencia.

Es cierto que, aunque aún reciente su partida, ya extraño su voz y su mirada. Pero debo señalar que estoy en completa y absoluta paz interior ppr la certeza de su bienestar actual y gozo eterno.

Se me amontonan recuerdos de juegos de infancia con ella, así como también risas, abrazos, carantoñas e incluso discusiones y disputas, algunas no muy lejanas en el tiempo, pero siempre en buena lid.

Y aunque me manifestaba en muchas ocasiones que aprendía cosas de mí preguntándome acerca de eso de lo que tanto le gustaba hablar, tengo que decir que a la postre he sido yo el que recibió una gran lección para afrontar el resto de mi vida aquí , ya que me enseñó y demostró lo que es el valor, la fortaleza, el coraje, el tesón, la gallardía, el esfuerzo, etc., etc.

Y ante la ausencia habitual de queja en ella, me sorprendió el jueves escuchar de sus labios que estaba (literalmente) "un poquito peor" y que le "dolía el hígado" ...

Pues he de decir que hoy a mí me duele el corazón...

Hasta la vista, hermanita, compañera y amiga.

Orgulloso de Rocío ♥ ️